Tesla se desploma. Sus beneficios han caído un 71% en solo tres meses. El CEO, Elon Musk, ha anunciado que reducirá su implicación política en el gobierno de Trump. Pero ya es tarde. Las cifras hablan: sus decisiones políticas están pasando factura, y no solo en Bolsa.
• En el primer trimestre de 2025, Tesla pasó de ganar 1.390 millones a solo 409 millones de dólares.
• Las ventas cayeron un 13%.
• Sus acciones han perdido la mitad de su valor desde diciembre.
• El Cybertruck, que iba a ser el “vehículo del futuro”, se hunde: ventas desplomadas un 50%.
• Alemania, uno de sus principales mercados, registra una caída del 76,3% en ventas.
¿La razón? No es solo el mercado. Es la repulsa global al modelo Musk: el multimillonario que se ha convertido en el brazo ejecutor del desmantelamiento del Estado.
¿Qué está pasando?
Musk no solo dirige Tesla. También es uno de los principales asesores de Donald Trump y coordina el DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental), desde donde ha impulsado recortes brutales:
– Miles de despidos en la administración pública
– Eliminación de programas sociales
– Recorte en salud, educación y derechos laborales
Mientras se embolsa miles de millones en subvenciones para sus empresas, Musk señala a quienes protestan como “beneficiarios de ayudas fraudulentas”.
La respuesta ciudadana
Pero hay una buena noticia: la ciudadanía organizada ha demostrado que puede hacer daño donde más duele: en los beneficios.
Movimientos como Tesla Takedown y campañas como StopElon han protagonizado protestas en más de 250 ciudades.
Se reparten pegatinas para tapar el logo de Tesla como gesto de rechazo.
Se han reportado sabotajes a cargadores, pintadas, acciones frente a concesionarios y campañas de desinversión.
Y muchas personas están vendiendo sus acciones de Tesla o dejando de comprar sus productos.
¿Y ahora qué?
Musk ha prometido dedicar menos tiempo a la política. Pero seguirá viajando a Washington “uno o dos días por semana”. Es decir: seguirá impulsando recortes mientras Tesla se hunde.
Dice que el futuro de Tesla está en la inteligencia artificial y los coches autónomos, pero ni siquiera ha conseguido mostrar un modelo nuevo asequible para la clase trabajadora.
Mientras Waymo ya opera en cuatro ciudades con coches sin conductor, Tesla sigue prometiendo milagros que no llegan.
Esto no es una crisis técnica. Es una crisis de legitimidad.
La marca Tesla era el símbolo del coche eléctrico, del progreso, del futuro. Hoy es el símbolo de un multimillonario ultra que recorta, insulta y especula con nuestros derechos.
El capitalismo teme perder dinero.
Artículo:
Cuando un boicot funciona: Elon Musk deja de lado la política para evitar un mayor descalabro de Tesla.
Spanish Revolution
Ciudad de México
Jueves 24 de abril de 2025.
https://spanishrevolution.net/cuando-un-boicot-funciona…
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