Grupos radicales se enfrentaron con la gendarmería cerca de París. Rechazan un proyecto de embalses para aliviar la sequía en el campo.
Después de dos semanas de manifestaciones sindicales contra las reformas jubilatorias en Francia, esta vez fueron los ecologistas radicales y los Black Blocs, vestidos de negro y con sus caras cubiertas, llegados desde Alemania, Bélgica e Italia, quienes se enfrentaron a la gendarmería en el departamento de Sainte-Soline, en Deux Sevres.
Buscan denunciar el proyecto de enormes embalses de agua para permitir a los agricultores alimentar sus cultivos en plena sequía. Al menos 25.000 personas llegaron al lugar desde el viernes.
Pero la marcha, en el medio del campo, terminó el sábado a la tarde en una batalla campal entre manifestantes y gendarmes. Hay al menos 2 manifestantes en estado “urgencia absoluta”, con heridas en la cabeza y traumatismos encefalocraneanos, y un gendarme en gravísimo estado.
Entre los 31 heridos está incluido un fotógrafo y 16 gendarmes. Algunos han sido transportados en helicóptero hasta el hospital más próximo ante la gravedad de sus heridas.
Se han incautado pelotas de hierro, hachas, cuchillos y garrafas de gas a los manifestantes.
Más de 3.000 policías movilizados por un lado y 1.500 «activistas violentos» identificados por el otro, según el Ministerio del Interior. La nueva manifestación contra las megacuencas, símbolo de las tensiones en torno al acceso al agua, comenzó este sábado a media mañana en Deux-Sèvres, a 395 kilómetros de París, mientras muchos opositores convergían en los alrededores desde el día anterior.
Los opositores se reunieron alrededor de Sainte-Soline, donde se está construyendo uno de estos embalses dedicados al riego agrícola, cinco meses después de una protesta anterior empañada por enfrentamientos. Alrededor de 60 gendarmes y policías resultaron heridos.
Según la prefectura, “al menos” 6.000 personas ya estaban presentes en el lugar al mediodía, 25.000 según el grupo “Bassines non merci”, coorganizador de la manifestación. Se movilizaron más de 3.000 gendarmes y policías.
Guerra campal
Alrededor de la 1 de la tarde se produjeron los primeros enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. A medida que se acercaban al lugar, que semejaba un bastión medieval con su terraplén rodeado por policías, rápidamente se desataron violentos enfrentamientos con militantes radicales, que utilizaron “morteros pirotécnicos, velas romanas y cócteles molotov de gran capacidad”, entre otros proyectiles, según la gendarmería. Ellos respondieron con gases lacrimógenos y un cañón de agua.
Un verdadero escenario de guerra en las cercanías de la cuenca. Los Black Blocs protagonizaban los enfrentamientos, que se convirtieron en batallas contra las fuerzas del orden.
Al menos dos vehículos policiales fueron vistos en llamas, luego de ser incendiados por los manifestantes. Los que demostraban pacíficamente corrían por el campo para refugiarse de los gases y los morteros.
Gendarmería Nacional informó sobre “fuego de morteros, bombas molotov y varios proyectiles” contra la policía. Poco antes de las 2 de la tarde, reiteró su llamado a evitar la zona ante una “multitud extremadamente violenta”.
El general Bertrand Cavalier, especialista francés en mantenimiento del orden, habló de los escuadrones de gendarmería «que mantienen a raya a un adversario muy, muy agresivo, que casi ataca las posiciones de los gendarmes».
Ecologistas radicales
Decenas de tractores y «miles» de manifestantes, según los organizadores, habían llegado el viernes. Algunos en vehículos con placas ocultas y muchos grupos encapuchados y vestidos de negro. La gendarmería también transmitió fotos de personas encapuchadas.
“La ultraizquierda y la extrema izquierda son extremadamente violentas contra nuestros gendarmes. Indecible, insoportable”, reaccionó en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
“La ultraizquierda y la extrema izquierda están tratando de desestabilizar nuestras instituciones, atacando de esta manera a nuestras fuerzas policiales. Estos actos inaceptables están respaldados por el silencio de muchos funcionarios electos”, denunció el palacio del Elíseo.
El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, denunció la «violencia policial» contra los manifestantes. “¡Sin la BRAV-M (brigada para la represión de la acción violenta motorizada), sin este circo, no pasaría absolutamente nada más que un paseo por el campo!», estimó en un tuit.
La BRAV-M son grupos de policías que se suben a una moto de alta velocidad de a dos. Uno conduce y el otro dispara, fieles al modelo de los Guardias de la Revolución iraní en la represión de manifestaciones.
Gendarmes franceses custodian una manifestación de ecologistas en Sainte-Soline, en el centro oeste de Francia. Foto: AFP
Heridos gravísimos
El Ministerio del Interior, que habla de un saldo «extremadamente alto», reportó 7 manifestantes heridos, dos de ellos graves. Uno de ellos, víctima de un traumatismo craneoencefálico, fue catalogado de “emergencia absoluta” por el médico de Gendarmería. Un muerto en una manifestación podría incendiar el ya volátil y tenso clima en Francia, luego de semanas de marchas contra la reforma jubilatoria que decretó el presidente Emmanuel Macron.
Según uno de los organizadores de la manifestación, los enfrentamientos dejaron «varias decenas de heridos graves» entre los manifestantes. Un fotógrafo de prensa también recibió un disparo en la cabeza.
Jordan Bardella, el presidente de Reagrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen, denunció que “este gobierno ha perdido el control. ¿Cómo milicias de extrema izquierda, mayoritariamente venidas del extranjero, armadas con explosivos, con intenciones previsibles, pueden converger en Sainte Soline para atacar a los gendarmes, a los agricultores, a los periodistas?”, se preguntó.
Tensión creciente
Francia se encuentra bajo extrema tensión, con diarias manifestaciones salvajes que alteran la vida de la población y la vida de los comerciantes.
El presidente Macron quiere continuar con su reforma, sin dialogar con los sindicalistas. Lleva dos meses sin hablar con los sindicatos.
El diputado comunista Fabien Roussel dijo que “es necesario que el presidente descienda de su trono y mida el clima de tensión. Los franceses no quieren trabajar hasta los 64 años. Punto final”.
Mientras el Consejo de Europa estaba alarmado por el «uso excesivo de la fuerza» de la policía en las manifestaciones en Francia y defender el derecho a manifestar, el jefe de policía de París anunció que apelará a la IGPN, que controla las conductas policiales, por las amenazas proferidas el jueves por agentes policiales a los manifestantes.
En este clima, los diputados de la mayoría están amenazados. La presidenta del grupo Renacimiento en la Asamblea Nacional, Aurore Bergé, recibió una carta amenazándola con su bebé de 4 meses. Una misiva denunciada en todas las bancadas políticas, incluida Marine Le Pen. La llamaron innobles e intolerables.
Clarín / Argentina
María Laura Avignolo
París, Francia / corresponsal
Sábado 25 de marzo de 2023.
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