Manuel Fuentes
Negociaciones que rebasan la Reforma Laboral.
Durante mi ejercicio profesional he estado en negociaciones sindicales de todo tipo, en empresas e instituciones públicas y privadas. Normalmente son encuentros con mucha tensión debido a los despidos masivos, los cierres de establecimientos, la inminencia de huelgas o su estallido.
He conocido en ese mar revuelto brillantes negociadores y verdaderos estrategas, obreros vestidos de mezclilla, directivos empresariales enfundados en elegante cachemira, o hasta expertos funcionarios conciliadores.
Ahora, en estas últimas semanas, participamos en las negociaciones entre el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) por su revisión salarial anual y el reclamo de innumerables violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo. Son encuentros que representan una experiencia única en el ámbito laboral por la activa participación de los trabajadores.
Esta negociación se instala en una mesa larga donde se acomodan al menos diez personas de uno y otro lado. Todos con una seriedad que impresiona, hasta parece que estar prohibido sonreír. La tensión está siempre presente. Al parecer que no han leído Don Quijote, quien en un diálogo con Sancho Panza decía:
“…no hay que hacer caso de estas cosas de encantamientos, ni hay para qué tomar cólera ni enojo con ellas; que como son invisibles y fantásticas, no hallaremos de quien vengarnos…”
“Cada negociación es única”, afirmaba el viejo Steven P. Cohen, profesor en la HEC de París, en su libro El Negociador Práctico. Así es la que se realiza en la UAM, que se desarrolla bajo los reflectores. No hay ninguna parecida. Tanto la parte patronal como la sindical transmiten en vivo cada uno de los momentos de la negociación en sus páginas de Facebook y YouTube.
Los que siguen la transmisión escriben comentarios y vigilan a sus representantes. Cada propuesta, gesto, tono de voz, y toda expresión es calificada por quienes están a distancia. Es como estar entre el cielo y el infierno.
Además, se abren las puertas en el espacio de la negociación para que estén presentes otros trabajadores interesados. A cada expresión equivocada de quien representa a la patronal salen los gritos de los observadores. Lanzan expresiones en voz alta, consignas y hasta reclamos.
Los representantes del rector, cuando escuchan los gritos de los trabajadores presentes, ponen poker face, siguiendo los consejos de los mejores –y otros no tanto– negociadores tradicionales. Les aconsejan: No hagas caso, no respondas, no demuestres enojo, actúa como si nada pasara. Sin embargo, por más que se quiera, salen las emociones, y las muestras de enfado normalmente son evidentes.
Otros, en cambio, los que representan a los trabajadores, parecen que siguen el consejo de Chris Vos, uno de los negociadores más exitosos del FBI, que escribía:
“Las emociones no son los obstáculos para una negociación exitosa; de hecho, son los medios”.
A cada afirmación sale un argumento, a cada alegato se muestran documentos ante los “asombrados” funcionarios universitarios. Los trabajadores, sin limitación alguna, les gritan: “Ustedes nos engañan”, “nunca han hecho ninguna negociación para resolver el rezago salarial”, “los de Hacienda nos dijeron que ustedes no se han parado por esas oficinas”.
Las emociones se conjuntan con los argumentos. Hay quienes, al hacer énfasis en un dato, en una cifra, reciben el apoyo de los trabajadores presentes: ¡Bravo, sigue así! O hasta el reclamo a los empleadores: ¡Son unos mentirosos! ¡corruptos! ¡son los privilegiados de la nómina dorada!
Las negociaciones entre el SITUAM y la rectoría de la UAM rebasan la reforma laboral por su transparencia de llevarlas a cabo, ya que se transmiten en vivo por medio de redes sociales para que propios y extraños puedan observarlas.
No se prevé en la ley laboral la obligación de realizar tales transmisiones en vivo, pero en el SITUAM la transparencia durante las negociaciones con la representación patronal, es toda una tradición. Esto brinda una mayor certeza y confianza a la colectividad en el impacto de los acuerdos que se puedan dar.
Hasta los propios conciliadores del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, que se sienten observados por las transmisiones en vivo, tienen que hacer a un lado las técnicas y estrategias de negociación tradicionales. Cualquier comentario, gesto de parcialidad o propuesta de negociar a solas es recriminado de inmediato.
Por otra parte, las juezas federales presentes en las audiencias de conciliación entre el SITUAM y la UAM, demuestran estar atadas de manos por la reforma laboral, que limita su participación a escuchar a ambas partes e invitarlas a conciliar para llegar a una posible solución.
Sin embargo, la realidad supera cualquier ficción, y la reforma laboral no alcanza para contar con una intervención efectiva por parte de las autoridades administrativas y judiciales frente a conflictos laborales viciados desde hace años, con enorme desconfianza de los trabajadores por el actuar patronal.
La negociación va más allá de una revisión estricta de los puntos sobre la mesa, implica el análisis del ambiente en que se desenvuelve, la repercusión que tendrán los acuerdos y la falta de los mismos.
Es dimensionar con mayor empatía y estrategia los caminos para salir de entrampadas negociaciones, egos propios, intereses personales y juegos de poder que las envuelven irremediablemente.
A pesar de los factores que inciden en la disminución del sindicalismo en México, los trabajadores necesitan la fuerza sindical como medio de defensa, y en la vida nacional es indispensable su presencia y su actuación.
El peso colectivo de los trabajadores es un elemento determinante desde cualquier ángulo.
Los trabajadores son un factor real de poder, donde el sindicalismo incluyente, activo con la base trabajadora y responsable, no solamente incide en el estudio, el mejoramiento y defensa de los intereses de sus agremiados, sino en la vida de sus familias, y en el incremento o estancamiento económico, social y personal del trabajador.
A propósito de la importancia de la negociación y sus resultados, como decía mi añorado Huberto Batis, escritor ya desaparecido, se requiere “… tomar el Cielo por asalto. No hay de otra”.
La Silla Rota
Manuel Fuentes
Ciudad de México
Martes 31 de enero de 2023.
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