“Esta medida alimentará aún más la propagación de enfermedades que se pueden prevenir”, afirma el presidente de la Asociación Médica Estadounidense
El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., destituyó este lunes a los 17 miembros del comité científico que asesora a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre el uso de vacunas. “Es necesario hacer tabla rasa para restablecer la confianza del público en la ciencia de las vacunas”, escribió Kennedy Jr, en un artículo de opinión publicado en The Wall Street Journal en el que comunicó su decisión.
La página web en la que figuraban los miembros del comité fue eliminada el lunes, poco después del anuncio de Kennedy. “Las vacunas se han convertido en un tema divisivo en la política estadounidense, pero hay una cosa en la que todas las partes están de acuerdo: Estados Unidos se enfrenta a una crisis de confianza pública. Ya sea hacia las agencias sanitarias, las empresas farmacéuticas o las propias vacunas, la confianza de la población está decayendo”, sostiene el secretario de Salud en su artículo.
Kennedy argumenta que culpar a la desinformación —como la que él mismo ha propagado— y a las actitudes anticientíficas sería un error porque, en su opinión con ello se ignora “una historia de conflictos de intereses, persecución de disidentes, falta de curiosidad y ciencia sesgada que ha plagado el aparato regulador de las vacunas durante décadas”.
“En la década de 1960, el mundo buscó orientación en los reguladores sanitarios estadounidenses, que gozaban de una reputación de integridad, imparcialidad científica y defensa entusiasta del bienestar de los pacientes. Desde entonces, la confianza pública se ha derrumbado, pero la recuperaremos”, añade.
Todos los miembros del comité ahora apartados habían sido nombrados durante la presidencia de Joe Biden. “Sin destituir a los miembros actuales, la actual Administración Trump no habría podido nombrar a la mayoría de los nuevos miembros hasta 2028″, escribió Kennedy, que afirmó que los miembros del comité tenían demasiados conflictos de intereses.
En su comparecencia en el Senado para lograr su confirmación, senadores demócratas le afearon cómo él se había beneficiado financieramente de sus actividades antivacunas y podía seguir haciéndolo incluso como secretario de Salud, en virtud de una demanda contra la farmacéutica Merck.
Antes de ser secretario de Salud, Kennedy esparció bulos y falsedades anticientíficas y pidió a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que rescindiera la autorización que había otorgado a las vacunas contra la covid, que salvaron millones de vidas en todo el mundo y ayudaron a superar la pandemia.
Afirmó que “no hay ninguna vacuna que sea segura y eficaz” y pidió repetidamente que se estudien más a fondo las vacunaciones infantiles rutinarias, a pesar de décadas de investigación y uso en el mundo real que demuestran que han prevenido enfermedades de forma segura. Sostuvo que las vacunas provocan autismo y alergias. Además, participa en una demanda contra Merck por la vacuna contra el virus del papiloma humano que se administra para proteger contra el cáncer de cuello uterino.
Pese a todo ello, cuando compareció en una comisión del Senado para buscar su confirmación en el cargo, afirmó: “No soy un antivacunas”. Recientemente, tomó la inusual medida de cambiar las recomendaciones sobre la covid sin consultar primero al panel.
La decisión del secretario de Salud recibió críticas inmediatas de la comunidad médica. “Durante generaciones, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) ha sido una fuente nacional fiable de asesoramiento y orientación basados en la ciencia y los datos sobre el uso de vacunas para prevenir y controlar enfermedades”, indicó en un comunicado Bruce A. Scott, presidente de la Asociación Médica Estadounidense. “Los médicos, los padres, los líderes comunitarios y los funcionarios de salud pública confían en ellos para obtener orientación clínica, información sobre salud pública y conocimientos. La medida tomada hoy de destituir a los 17 miembros actuales del ACIP socava esa confianza y trastoca un proceso transparente que ha salvado innumerables vidas. Con un brote de sarampión en curso y la disminución de las tasas de vacunación infantil rutinaria, esta medida alimentará aún más la propagación de enfermedades que se pueden prevenir con vacunas”, argumentó.
El doctor Georges Benjamin, director de la Asociación Americana de Salud Pública, calificó la destitución masiva de Kennedy como “un golpe de Estado”. “No es así como funcionan las democracias. No es bueno para la salud de la nación”, declaró a la agencia AP. Según Benjamin, la medida suscita serias dudas sobre si los futuros miembros del comité serán considerados imparciales. Añadió que Kennedy está actuando en contra de lo que dijo a los legisladores y al público, y que la asociación de salud pública tiene previsto vigilar a Kennedy.
El País
Miguel Jiménez
Washington, DC, EU
Lunes 9 de junio de 2025.
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