La rectora Lilia Cedillo realizó un recorrido por 17 ofrendas o altares
Ingenio y creatividad se plasmaron en las distintas ofrendas que montaron estudiantes de Ciudad Universitaria 2 (CU2) de la BUAP, dedicadas a personajes emblemáticos del cine de oro mexicano, cantantes, científicos y hasta animales en extinción.
Entre flores de cempasúchil, velas, fruta de temporada, papel picado ondeando en el techo, tapetes de aserrín, el tradicional pan de muerto y alimentos típicos, la rectora María Lilia Cedillo Ramírez realizó un recorrido por los 17 altares que alumnos de las carreras de Arquitectura, Ingeniería Civil, Biología, Químico Farmacobiólogo y Ciencias de la Computación, así como personal administrativo dedicaron a quienes partieron, pero cuyo legado sigue presente.
Con retratos de Melchor de Covarrubias, Cepillín, Pedro Infante, Marie Curie, Cantinflas, Capulina, María Félix, Tin Tan, José José, Luis Barragán, Guillermo González Camarena los universitarios rindieron homenaje a dichos personajes emblemáticos.
En cambio, otros decidieron dedicar su ofrenda a activistas, animales extintos y aquellos en peligro de extinción, los cuales plasmaron en un mural y les dedicaron elementos poco comunes: nopales, cactus, mazorcas y lechugas. Algunos más colocaron lo que les gustaría tener en su propia ofrenda, de ahí que instalaron un espejo, por ejemplo. En tanto, algunos mostraron la evolución de los altares a través del tiempo y bromearon con escenarios alusivos a su profesión, como el chalán del colado, y acerca de las teorías científicas muertas.
En su visita a CU2, la rectora Lilia Cedillo presenció el entusiasmo de los estudiantes al celebrar el Día de Muertos, una de las tradiciones más emblemáticas de México. Escuchó el motivo de cada ofrenda y felicitó a los jóvenes por su talento y por continuar con estas tradiciones que se disfrutan en familia.
Las cifras oficiales no dicen que miles de mujeres ganan la batalla contra el cáncer: Patricia Reyes Spíndola
- La actriz mexicana compartió con los universitarios su experiencia contra el cáncer, a través de la charla La vuelta da muchas vidas
“No todas las historias son de éxito, pero siempre hay que luchar”, con esta frase la actriz y productora de cine, teatro y televisión Patricia Reyes Spíndola concluyó su charla La vuelta da muchas vidas, a través de la cual compartió con los universitarios su experiencia con el cáncer, en la cual estuvo acompañada de la directora de Comunicación Institucional, Edwins García Hernández, en representación de la rectora María Lilia Cedillo Ramírez.
“Hay que luchar y luchar; no dejarse vencer ni en el último momento”, fue su mensaje final a mujeres y hombres, estudiantes, directivos y académicos reunidos en el Salón de Seminarios de Ciudad Universitaria, donde narró el proceso que vivió a partir de ser diagnosticada con cáncer de mama el 11 de noviembre de 2011.
La actriz, quien ha actuado en más de 50 películas y ganado cuatro premios Ariel, entre estos a Mejor Actriz por Los motivos de Luz y La reina de la noche, recordó que octubre es el mes destinado a concientizar y sensibilizar sobre este mal por el cual mueren más de 500 mil mujeres en el mundo y alrededor de 8 mil en México.
Frente a estas cifras, subrayó también “que miles de mujeres ganan la batalla contra el cáncer”, algo que las estadísticas oficiales no refieren. Por ello, inició su testimonio afirmando que la prevención es, en gran medida, el factor que hace que el cáncer no sea sinónimo de muerte.
Esta plática -dijo- tiene como propósito “sembrar la semilla para hacer conciencia y hacernos responsables de nosotras mismas”. Si bien planteó algunos saberes populares, como aquello de que la vida es destino, “mata más la ralla que el rayo”, transmitió algunos consejos: hacer un hábito de la autoexploración y la inspección visual, realizarse exámenes de detección y mantener la alerta sobre algunas señales de la presencia de cáncer de mama -el más común entre las mujeres mexicanas-, como venas crecientes, piel anaranjada, asimetrías y hendiduras.
El público también se permitió compartir experiencias como la evasión, el miedo y la culpa que se experimentan tras un diagnóstico de cáncer; el coraje y la frustración; así como la pregunta ¿por qué a mí?
Ante ello, la actriz de 71 años de edad, nacida en la Ciudad de México, refirió: “debemos aceptar que nuestro cuerpo pasa un mal momento y respetarlo, para que así los demás lo respeten”. Debemos, insistió, ocuparnos de nosotras mismas y ser valientes. Y en este proceso -subrayó- el apoyo de la familia y de los amigos es vital, así también la fe: “Yo sí creo en los milagros”, finalizó.
Puebl@Media
Puebla, México
Lunes 28 octubre 2024.
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