La filósofa y activista Judith Butler. (Foto Especial)
Ciudad de México. En el mundo contemporáneo, el odio se ha elevado a una posición política, alertó este viernes la filósofa postestructuralista, activista, profesora y escritora estadounidense Judith Butler (Cleveland, 1965).
La intelectual reconocida como una de las pensadoras contemporáneas más influyentes de la tradición crítica y precursora de la “teoría queer”, dictó una conferencia magistral titulada “Juicio, libertad, solidaridad: pensando con Arendt”, en la Antigua Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que ayer la invistió como doctora honoris causa.
Cientos de estudiantes, profesores y activistas se congregaron en el auditorio Gustavo Baz Prada para escuchar a Butler, catedrática de la Universidad de California en Berkley, quien llamó a trascender la moralina egocéntrica que deriva de una concepción individualista de la responsabilidad.
Al comentar el pensamiento de Hannah Arendt y su obra “Eichmann en Jerusalén”, Butler propuso apostar por la actuación colectiva frente a temas como el cambio climático, el auge del fascismo, la violencia policial y la violencia feminicida.
La pensadora planteó que “cuando nos proponemos deslindar responsabilidades, se presupone un grupo de personas afectadas y un sujeto al que se le considera responsable más allá de que acepte o no la responsabilidad que se le atribuye” y dijo que “en muchos de esos casos el sujeto que se asume como responsable de algo, se suele concebir como un individuo”.
Pero, consideró que el discurso moral “que me reclama responsabilidad sobre una serie de cuestiones o personas es el mismo que puede hacer que me preocupe más por mí misma y esta preocupación puede convertirse en una forma de narcisismo moral. Y la culpabilización o un juicio contra uno mismo puede convertirse en una forma de narcisismo negativo”.
Planteó que “cuando denunciamos algo injusto con la intención de demostrar que a título personal no aceptamos la injusticia, estamos actuando a nivel individual, y por eso las denuncias fallan”.
“No vamos a cambiar al mundo si nos empeñamos en alejarnos de la acción colectiva”, declaró.
Hizo referencia a que “hemos visto a los estudiantes manifestarse contra los feminicidios, las feministas protestar por las violaciones, la violencia, los indígenas que reclaman el asesinato de activistas o los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y los que buscan desaparecidos en México, toda la gente que se reúne sin autorización para exigirle justicia a las autoridades de manera colectiva”.
“Según lo veo yo, nuestra tarea consiste en vivir, pensar y actuar de maneras colectivas y experimentales, performativas” y que incluyan recíprocamente a los seres vivos y el planeta en el que vivimos, afirmó.
La Jornada
Arturo Sánchez Jiménez
Ciudad de México / UNAM
Viernes 18 de noviembre de 2022.
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