- Hay estrellas de la NFL que quieren aprovechar su estancia en Nueva Orleans para buscar ese deseo que se les ha negado: alzar el trofeo Vince Lombardi
Todos sueñan con jugarlo, pero no todos lo logran. Y el grupo de los ganadores es todavía menor. A pesar de tener un gran impacto en la NFL, no todos tienen la dicha de llegar a un Super Bowl, por lo que cada oportunidad puede ser la última y eso lo saben tanto en Kansas City Chiefs como en Philadelphia Eagles.
El Super Bowl LIX verá a algunos jugadores de gran éxito en el emparrillado con la oportunidad de conseguir su primer anillo de campeones. Jugadores que pueden tener un impacto inmediato el domingo, pero que también quieren escribir historias de éxito que lleguen a inspirar a los aficionados y a otros atletas.
Un mensaje de aliento
Luce difícil asimilar que DeAndre Hopkins tiene 12 años en la NFL y apenas tendrá su primera aparición en el Gran Juego. El receptor tuvo un paso de claroscuros en Houston, Arizona y Tennessee, ya que el éxito individual era indiscutible, no así en las instituciones a las que pertenecía. El canje a mitad de temporada a Kansas City le benefició y hoy está a un juego de tener su primer anillo de campeonato.
Saquon Barkley, corredor de Philadelphia Eagles (AFP)
A inicios de semana, Hopkins reflexionó sobre todo el recorrido que ha tenido desde su infancia y las dificultades a las que se enfrentó. En una época tan complicada, sus palabras son como una vela en la oscuridad y el mensaje de que tarde o temprano todo estará bien.
“A todos los niños que viven en pueblos pequeños, en casas pequeñas, con padres solteros. A los niños que ven violencia, que ven pérdidas, que no obtienen los recursos que merecen, pero que aún tienen grandes sueños. Sepan que yo era un niño en su misma situación y esta semana estoy jugando en el Super Bowl. No se rindan, trabajen duro, sigan creyendo. El lugar donde comienzan no determina dónde terminarán”, comentó.
La decisión correcta
Una situación similar le pasó a Saquon Barkley, un corredor con credenciales más que suficientes para estar en la élite, pero que no estuvo tanto en el foco tras seis temporadas en unos New York Giants hundidos en un trance mediocre, en el que salió al firmar con Filadelfia y volverse en el jugador de mayor impacto en su ofensiva.
Como prueba, se convirtió en el noveno jugador en cruzar la barrera de las 2,000 yardas y es el principal motor de una ofensiva a la que muy pocos equipos le han encontrado la fórmula para frenar. Aceptar la oferta de los Eagles no fue fácil, ya que sabía que su pasado con los Giants podía ganarle algunos detractores, aunque al final se decantó por la decisión correcta al no renovar con los neoyorquinos y partir a la ciudad del amor fraternal.
“Mi familia y yo teníamos una lista para analizar los pros y los contras. El único inconveniente de Filadelfia era que podría recibir un poco de respeto porque jugué en Nueva York. Así que no lo dudé. El talento que tenemos aquí, enfrentarnos a esos muchachos, escuchar historias sobre las organizaciones y, lo más importante, esos grandes muchachos que están al frente”.
El trofeo Vince Lombardi está muy cerca de sus manos. Aunque en su momento podía parecer una oportunidad arriesgada, el tiempo terminó dándole la razón. Y con una carrera de sube y baja, parece que encontró en Filadelfia el talento necesario para mostrar todo su potencial.
Chiefs vencen a Texans en la Ronda Divisional de la NFL (AFP)
Segundas oportunidades
La descripción es perfecta para Kareem Hunt y Zack Baun. El primero salió de los Chiefs antes del inicio de la dinastía y su regreso se dio con buenas probabilidades de conseguir un anillo con una organización a la que le ha tenido un cariño especial. “Siento mucho cariño por la comunidad, por este equipo, mis compañeros y los entrenadores, porque sinceramente es como estar en casa”.
Baun pasó cuatro años desapercibido con New Orleans Saints, pero en su primer año con los Eagles se volvió líder en tacleadas (151 totales) y el sexto mejor en la NFL. Volver al Caesars Superdome con este nivel lo ilusiona, ya que podría coronarse.
“Es genial volver al estadio en el que jugué muchos partidos. Creo que ya no siento esa sensación porque jugamos allí al principio de la temporada, pero al final de este partido me sentaré allí, miraré hacia las gradas y pensaré: ‘Vaya, aquí es donde empezó todo’”.
“Vas a tener adversidades y altibajos, pero nunca perdí la fe, mantuve la cabeza baja y seguí trabajando, pude llegar hasta aquí y rodearme de personas increíbles”, Saquon Barkley, corredor de Eagles
“Mi papá murió en 1992 y me dejó una chamarra. Siempre dije que la usaría en mi boda o en el Super Bowl, lo que sucediera primero; obviamente no estoy casado aún”, DeAndre Hopkins, receptor de Chiefs
La Afición
Michel Cruz
Enviado/Nueva Orleans
Viernes 07 de febrero de 2025.
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