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La casa de Octavio Paz: Un desalojo esperado

Foto: Francisco Morales V. / Personal de la Guardia Nacional custodia el inmueble que había estado en litigio por mucho tiempo.

Foto: Francisco Morales V. / Personal de la Guardia Nacional custodia el inmueble que había estado en litigio por mucho tiempo


La casa de Octavio Paz en la Colonia Nochebuena fue desalojada y está bajo resguardo del DIF; familia que vivía ahí defiende su permanencia.

María de Lourdes Ayala recuerda el día preciso en el que llegó, junto con toda su familia, a vivir a la casa del poeta Octavio Paz en la Colonia Nochebuena, a un costado del Parque Hundido.

De no haber sido desalojada de ahí este martes por decenas de policías, cargadores y elementos de la Guardia Nacional, el próximo 21 de marzo habría cumplido 41 años exactos de habitar en la residencia ubicada en Porfirio Díaz 125.

La casa, según relata, la conocía incluso desde antes de vivir en ella, cuando acompañaba a su padre, José Sacramento Ayala, a atender las flores del patio.

«Mi papá era jardinero, entonces le hacía el jardín a la mamá de Octavio Paz, a la señora ‘Pepita’ (Josefina Lozano), y obviamente por eso conoció al señor Paz», recuerda.

La propiedad, que estuvo en posesión de la familia del escritor desde los años 40 del siglo pasado, era la última, de cuatro, que quedaba en discordia en el largo y complejo trayecto legal para determinar el destino final de los bienes del Nobel mexicano.

Un proceso que comenzó en julio de 2018, cuando Marie-José Tramini, viuda y heredera universal del autor, falleció sin dejar un testamento.

El desalojo llevado a cabo este 20 de febrero, cerca de las 07:00 horas, es resultado de la decisión judicial que declaró al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la Ciudad de México como el legítimo propietario de todos los bienes e inmuebles que pertenecieron a los Paz-Tramini.

En marzo del año pasado, el DIF realizó la mudanza de los artículos de la pareja que se encontraban en sus departamentos de Río Guadalquivir 109 y Río Lerma 143, en la Colonia Cuauhtémoc, y en la casa de Plinio 333, Polanco, pero no había podido tomar posesión completa de la residencia en Porfirio Díaz.

La familia Ayala, con un acuerdo verbal que duró casi 41 años, buscó hasta el final su permanencia en el lugar, pero despertaron este martes con la Guardia Nacional en la puerta.

Los siete familiares, que vivían en los pisos superiores de la casa, sobre la planta que el Nobel usaba para resguardar algunos bienes, vieron todas sus cosas en la calle en cuestión de horas.

«Mi papá trabajó después con el señor Octavio Paz y le hacía las plantas del invernadero que tenía en el departamento de Guadalquivir, allá en Reforma», prosigue María de Lourdes, visiblemente triste y cansada por lo ocurrido.

Tres años después del fallecimiento de su madre, en 1983, el poeta pidió a José Sacramento que se mudara con su familia a la propiedad para resguardarla, cuenta.

«El señor Paz le tenía bastante confianza a mi papá para decirle: ‘¿Sabes qué? Yo necesito que te vayas a habitar la casa’, porque había gente, de estas en mala onda, las asociaciones que se meten a las casas», recuerda.

«El señor Paz siempre nos tenía como buenas personas, obviamente, porque confiaba bastante en nosotros, para traernos aquí».

A la fecha, María de Lourdes lo recuerda como un hombre amable, con una voz gentil, que no tuvo más que atenciones y buen trato hacia su familia.

Paz, quien nunca habitó en la casa de Porfirio Díaz, acudía de vez en cuando a dejar artículos a la bodega que mantenía en la planta baja, y nunca dejaba pasar la oportunidad para preguntarle a las niñas de la familia por sus calificaciones.

«Sí, era muy inteligente y era muy millonario y todo, pero era una persona muy humilde», rememora. «No sé cómo nunca nos sacamos una foto con él…».

En 1992, José Sacramento fue atropellado en un tope frente a la casa, en el mismo sitio donde la mañana de este martes dejaron las cosas de su familia tras el desalojo.

«El señor Octavio nos dijo: ‘No hay problema, ustedes sigan habitando la casa. Yo lo que no quiero es que se meta gente ajena, gente externa, a la que no le tenga yo confianza'». Y María de Lourdes atesora el gesto.

Este mismo acuerdo, explica, fue refrendado por Tramini a la muerte de Paz, en 1998, y lo habría mantenido hasta que ella misma falleció en el 2018.

«Todavía en enero de 2018, cuando fallece mi mamá, le comentamos a la señora Paz (Tramini) y ella nos dijo: ‘No se preocupen, ustedes sigan habitando la casa’, y la señora fallece a los pocos meses», explica.

Según María de Lourdes, a lo largo del tiempo en el que vivieron ahí hubo algunos intentos de despojo por parte de invasores o por defraudadores, un hecho que atestigua el abogado Ángel Gilberto Adame, amigo del matrimonio Paz-Tramini, quien ayudó por la vía legal a frustrar uno de estos fraudes, realizado por medio de una escritura falsificada.

Ahora, la casa que cuidaron durante cuatro décadas ha quedado legalmente bajo la propiedad del DIF por mandato judicial, aunque la familia Ayala buscaba regularizar su situación de vivienda.

«La casa era de la mamá del señor Paz y luego de él, pero ahí ganó el DIF, que fue el que hizo todos estos trámites para quedarse con la propiedad, pero nosotros también ya habíamos metido papeles y estábamos en problemillas con ellos», detalla.

Según denuncia, un día antes del desalojo les había sido concedida una suspensión en un juicio de amparo, pero no fue tomado en cuenta.

Reclama también que, entre el «mundo de gente» que llegó a sacar sus cosas, le robaron una bolsa con su celular, su cartera y sus identificaciones, además de otras pertenencias de su familia.

Tras una jornada extenuante, en la que tuvieron que vender sobre la acera algunos de sus muebles más grandes, ya sólo queda frente a la reja una vitrina y una cómoda que nadie quiso.

Con pesadumbre, María de Lourdes, hija del jardinero de Paz, se despide de la casa donde, desde los 5 años, ayudaba a cuidar las flores del patio.

Una aún deuda sin saldar

Desde octubre de 2018, todos los papeles, documentos, correspondencia, manuscritos, fotografías y el archivo bibliográfico de Octavio Paz, entre otros bienes, fueron declarados Monumento Artístico de la Nación.

De acuerdo con Ángel Gilberto Adame, estudioso de la obra del Nobel y amigo de él y su esposa, en la casa de la Colonia Nochebuena hay, con seguridad, algunos bienes protegidos por la declaratoria.

«Habían varias cajas de libros que los autores le regalaron al poeta, que se los dedicaban, y él decidía, porque quizá su biblioteca personal estaba muy llena, mandarlos para allá», recuerda.

«Si tú me preguntas si es importante, sí suma; no es mucho, pero sí hay cosas de archivo, y a lo mejor tres o cuatro baúles que no sabíamos lo que tenían adentro», abunda.

Todo este material está en proceso de catalogación por el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam), del INBAL, que lleva meses trabajando en ello, con anuencia de la familia Ayala, que nunca se opuso a su entrada.

«Hay bienes de Paz catalogados, se está haciendo el inventario para saber que todos estén y en las condiciones debidas», explicó al respecto Manuel Zepeda, vocero de la Secretaría de Cultura (SC).

«El uso que se le dará al inmueble se platicará con el DIF local, ahora que terminen todas las diligencias, se sepa sobre los bienes que estén o deslindar responsabilidades», ahondó.

En marzo de 2023, la SC inauguró la Casa Marie José y Octavio Paz, un inmueble en la Colonia Tacuba designado para resguardar todos los bienes de la pareja y para difundir su obra.

No obstante, la voluntad final del Nobel todavía sigue sin cumplirse.

«El poeta dejó muy claro en su testamento que su archivo, que incluye cartas, fotografías, los libros que usaba para escribir su obra, que el titular de ese archivo fuera El Colegio Nacional (Colnal)», alerta Adame.

«Y dos: el poeta además señaló expresamente que, a los 25 años de su muerte, fecha que se cumplió en 2023, ese archivo que debe estar en el Colnal sea público para la investigación», demanda.

Dos previsiones expresas de Paz que ni el DIF de la Ciudad de México ni la SC han llevado a cabo.

Reforma
Francisco Morales
Ciudad de México
Viernes 23 febrero 2024.

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