Opinión

Dos tipos de cuidado y una “corcholata”

Por Carlos Clemente

El doctor José Antonio Martínez García, secretario de Salud, no debería confiarse de los operadores políticos que lo rodean, pues le crean escenarios fantasiosos y le venden espejitos que podrían implicar –en el corto plazo- un altísimo costo político. Por mera precaución, debería analizar el caso de Melitón Lozano, quien pasó del cielo al infierno en un instante.

En concreto, nos referimos a dos personajes fuertemente cuestionados en las propias filas del movimiento de la 4T, por su falta de honestidad y sus vínculos con oscuros negocios.

Metido casi a la fuerza por el gobernador Barbosa en su traje de “corcholata”, el único funcionario que sí funcionaba en el gabinete, podría no darse cuenta del nivel de pillos que lo apuntalan en esta aventura política.

Se trata de Hilda Vázquez Sánchez, la misma que convoca al personal de las jurisdicciones sanitarias para que acudan de matraqueros en las asambleas de Morena los fines de semana en todo el estado.

Está acusada ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) por la venta millonaria de bases y el otorgamiento irregular e ilegal de plazas, bajo criterios que contravienen el proceso escalafonario en la dependencia estatal, según los propios trabajadores.

En su calidad de directora de Operación de Personal, tiene a su disposición todos los recursos humanos, financieros y materiales de la Secretaría de Salud para crear una red que de impulso a las aspiraciones políticas de Martínez García.

Como consejera estatal de Morena alberga aspiraciones de ser legisladora y en eso trabaja todos los días.

Por así convenir a sus intereses, Hilda Vázquez Sánchez, se ha aliado a Jorge Mota Jiménez, actual responsable de las finanzas de Morena. Ambos traicionaron a Eric Cotoñeto cuando éste cayó en desgracia y llevaron abultados expedientes al subsecretario de Gobernación, Julio Huerta, para congraciarse.

Mota Jiménez, es el otro pillo de quien debe cuidarse el titular de Salud, pues a través de Miguel Meneses, es señalado de manipular las licitaciones y adjudicaciones directas de la dependencia.

Lo suyo es el negocio, incluso desde la SFP, ya investigan a un grupo de factureras que opera con ayuntamientos y dependencias del gobierno estatal, donde Jorge Mota, aseguran, tiene metidas las manos.

Algo más tienen en común estos dos tipos de cuidado, presumen a los cuatro vientos el manto protector que les brinda su cercanía con el mandamás de Casa Aguayo. Es más, juran, que no hacen nada, que no les hayan autorizado. Eso mismo decía Melitón.

@DiarioReporter
Carlos Clemente
Ciudad de Puebla
Martes 8 de noviembre 2022.

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