Julio Hernández López
• Descartan a De la Madrid
• Cabeza de Vaca: otro disparate
• Ebrard: encuestas y violetas
La instalación de Xóchitl Gálvez como ganadora predeterminada del proceso interno del Frente Amplio por México está resultando cara en términos políticos y desgastante en los propagandísticos.
En el siniestro camino xochitleco ya quedaron los integrantes de un nonato «comité electoral ciudadano» que terminó despachurrado, los aspirantes a nombre del muy diezmado Partido de la Revolución Democrática (Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera), que resultaron rechazados sin mayor explicación que la evidencia de su minusvalía electoral y, a partir de ayer, Enrique de la Madrid, el entusiasta junior que no pasó a la siguiente etapa del concurso.
Ni siquiera mantienen cierto aire de suspenso en la trama que han diseñado en el citado Frente Amplio: el descarte delamadridista de ayer se dio con cifras que mantienen a Gálvez en primer lugar, a notable distancia (más de diez puntos porcentuales) de la priista Beatriz Paredes, cuyo medio siglo de vivir de la política se encamina a ser conmemorado con el rol de validadora de la coronación de Xóchitl. Pero sobre todo, el segundo lugar de Paredes, tan súbito como extraño, constituye un intento de muro de contención al panista Santiago Creel que sería el verdadero opositor interno de la senadora hidalguense a la que se le siguen complicando las versiones y explicaciones sobre negocios, contratos y conflictos de interés.
Aire de suspenso en la trama, en cambio, se sostiene un tanto en el proceso de la llamada Cuarta Transformación, con Marcelo Ebrard como pieza en constante desajuste así quedara solo en lo declarativo, en una especie de forcejeo escénico. Todo apunta a que la marcha triunfal claudista sigue adelante, pero el excanciller se resiste, o aparenta hacerlo. Por lo pronto, ha citado a conferencia de prensa este miércoles para fijar postura respecto a la definitoria encuesta de opinión cuyas empresas ejecutoras de ejercicios «espejo» serán designadas por sorteo este jueves.
Ebrard dijo en redes que hará «un anuncio importante sobre lo que viene, sobre la definición de quién va a encabezar a Morena el año que entra, 2024». Por lo pronto, aprieta el paso en la definición cromática alterna, una especie de amago de disidencia cuando menos por color, al promover el violeta como distintivo, eventualmente utilizable en caso de que se decidiera por una escisión que le llevara a otros campos partidistas, acaso los abonados y cosechados por las dantescas maniobras cachavotos de Movimiento Ciudadano.
Por otra parte, vale observar las increíbles maniobras de autodescalificación política y electoral del citado Frente Amplio al designar responsables de determinados rubros de gobierno en caso de que triunfara ese antiobradorismo. Ya hubo una primera confirmación seca de que se busca reinstaurar lo peor de la etapa neoliberal priista al comisionar al llamado Ángel de la Dependencia (Extranjera), José Ángel Gurría, para elaborar el plan de gobierno que aplicaría una hipotética presidencia de la República de corte pripanista.
Y ahora, en un despropósito evidente, en un disparate hasta por meras razones de imagen del proyecto opositor, han nombrado como coordinador del «grupo de expertos» en materia de seguridad ni más ni menos que al exgobernador panista de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, prófugo de la justicia mexicana, que ni siquiera pudo cumplir presencialmente con los trámites de su presunta aspiración presidencial rápidamente desinflada.
Proponer a García Cabeza de Vaca como «cerebro» de los planes frentistas de seguridad atenta contra el sentido común, pues Tamaulipas vivió una etapa terriblemente sombría con él como mandatario estatal. Otro balazo en el pie de los estrategas de esa oposición tan increíblemente desorientada.
Y, mientras en Jalisco continúa la tragedia de los desaparecidos, no solo los recientes de Lagos de Moreno, ¡hasta mañana!
Astillero
La Jornada
Ciudad de México
Julio Hernández López
Miércoles 16 de agosto de 2023.
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