Opinión

Carlos Slim dueño del 2 de Octubre

José Martínez M.

Mientras miles de jóvenes estudiantes protestaban en 1968 y eran reprimidos por los granaderos y otros perdían la vida por las balas disparadas por miembros del ejército en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. En esos días Carlos Slim vivía momentos de esplendor haciendo negocios con la especulación en la Bolsa de Valores.

Veintidós años después, el presidente Carlos Salinas ordenó censurar la película Rojo Amanecer en la que se narra lo sucedido en la matanza de Tlatelolco y que recrea el ambiente que se vivía en uno de los departamentos del edificio Chihuahua.

El 18 de octubre de 1990 –cuando estaba a punto de decidirse la privatización de Telmex– se exhibió en las salas cinematográficas la película realizada un año antes en la clandestinidad en pleno salinato.

El guión de la obra fue escrito por Xavier Robles y Guadalupe Ortega Vargas. Miguel Garzón fue el encargado de la fotografía. Dirigida por el cineasta Jorge Fons y producida por Valentín Trujillo quien a su vez con los actores Héctor Bonilla, María Rojo, y los hermanos Bichir, fueron los protagonistas.

Los encargados de Cinematografía y de la Cineteca Nacional recibieron la orden presidencial de no exhibir la película, pero la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) se opuso a la prohibición y logró que se proyectara, no obstante, previa censura.

Por fortuna Valentín Trujillo se anticipó y logró resguardar en Estados Unidos la versión original.  (https://www.youtube.com/watch?v=xM5TzJiSivI)

Si la película se salvó de las garras del presidente Salinas, los derechos de Rojo Amanecer fueron comprados por el magnate Carlos Slim a través de América Móvil.

La versión censurada fue restaurada por la Filmoteca de la UNAM, pero la versión original está en poder de Carlos Slim y requiere de su conservación por ser considerada patrimonio del país, han reclamado sus autores.

Slim quien todo quiere acaparar hace poco se hizo del archivo documental más importante de la segunda mitad del siglo XX. Más de mil documentales de Demetrio Bilbatúa. Se trata de los documentales que por un lapso de 10 minutos se proyectaban en los cines y en los que se exhibían imágenes de la cultura mexicanas desde sus orígenes más remotos.

Bilbatúa espera que los documentales que filmó a lo largo de toda su vida, que “son grandes momentos de la historia, estén a disposición del pueblo de México”.

En la versión original de Rojo Amanecer –que está en poder de Slim– se encuentra las imágenes censuradas por órdenes de Salinas, entre ellas cuando un niño camina entre muertos y un río de sangre en alusión a las ejecuciones por parte de miembros del ejército.

El guionista de la película, Xavier Robles no se ha cansado de insistir en que las autoridades del Instituto Mexicano de Cinematografía “rescaten de las manos de Slim el original de la película”.

“Rojo Amanecer no es de nadie, es del pueblo, no es de Jorge Fons ni mía ni de Slim”, dice Robles.

Es tiempo de preservar la cultura fílmica de México –insiste Víctor Ugalde, presidente del Observatorio Público Cinematográfico “Rafael E. Portas”.

“Rojo Amanecer y muchas películas más deberían ser nacionalizadas por ser patrimonio cultural del país. La actual Ley Federal del derecho de Autor y la ley del cine lo posibilitan”.

Por desgracia la petición de los cineastas ha caído en el vacío, en el peor gobierno para la cultura y la ciencia. Mientras tanto Carlos Slim se sigue apoderando del patrimonio cultural de la nación.

Sólo nos queda preguntar: Mexicano, ¿cuánto cuesta tu país? ¡Slim te lo compra!

Puebl@Media
Contracolumna
José Martínez M.
Ciudad de México

Compró la película “Rojo Amanecer”

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