Opinión

Amasiatos, compadrazgos y traiciones priístas

Fermín Alejandro García

  • Si tú llegas me ayudas, si yo llego primero, te ayudo, era el pacto que tenían Zavala y Armenta

De los seis cargos más importante que ha tenido Alejandro Armenta Mier en su carrera política de tres décadas, cuatro fueron resultado directo de su vinculación al grupo del exgobernador Mario Marín Torres y en particular, por su compadrazgo con Javier López Zavala. Por eso resulta poco congruente y ético que, frente a la coyuntura del encarcelamiento de López Zavala, quiera borrar su pasado marinista.

La noche de este martes, Armenta subió a sus redes sociales un video que denota una crisis de ansiedad por desligar su figura a la relación estrecha –de 20 años– que tenía con Javier López Zavala, quien lleva cuatro días detenido como presunto autor intelectual del asesinato de la activista Cecilia Monzón.

Su reacción es una muestra clara, de un temor fundado, de que su vieja relación con la cúpula marinista entierre las posibilidades de trascender a una candidatura importante de la 4T en el proceso de sucesión de 2024.

El senador recurre al mismo recurso burdo del presidente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, que hasta el año pasado tenía a López Zavala en su lista de operadores electorales y ante la noticia de su detención, salió a mentir diciendo que lo había echado del partido desde hace cuatro años.

Quienes conocieron la relación Armenta-Zavala señalan que no se puede entender el paso del primero de ellos por cargos en el ayuntamiento de Puebla, como diputado local del PRI, secretario de Desarrollo Social en el gabinete estatal y ser líder del PRI en la entidad, sin el apoyo directo de López Zavala.

Ambos siempre exponían que más allá de ser compañeros de partido y de grupo político, ante todo eran “compadres de grado”. Quienes supieron de esa relación relatan que había una expresión que ambos utilizaban y que decía:

“Si yo llego primero, yo te ayudo a subir; si tu llegas primero, me ayudas a subir”, bajo ese lema se condujeran a lo largo del sexenio marinista y mucho antes, cuando los dos fueron parte de un grupo compacto de diputados locales del PRI en la legislatura de 2002 a 2005, que corresponde a la segunda parte del periodo de gobierno de Melquiades Morales Flores.

Al arrancar la gestión de Mario Marín, siendo López Zavala secretario de Gobernación fue quien presionó para que se ascendiera a Alejandro Armenta al cargo de titular de la cartera de Desarrollo Social, en donde llegó con la encomienda de construir una estructura electoral, financiada con fondos destinados al combate a la pobreza, para apoyar los proyectos políticos futuros.

Cuando López Zavala se empezó a encaminar a ser “el tapado” de Mario Marín para que lo sucediera en la gubernatura, se decidió que el político originario de Chiapas pasara a Desarrollo Social para acabar de consolidar la estructura electoral que empezó a edificar Armenta.

Y por petición directa de López Zavala, se mandó a Alejandro Armenta Mier a la presidencia estatal del PRI para que cuidara y condujera el proyecto de convertir al primero de ellos en gobernador del estado de Puebla.

Luego de la estrepitosa derrota electoral de 2010, como consecuencia de los excesos del marinismo, de que López Zavala fue un pésimo candidato y que Mario Marín pactó entregar la gubernatura al panista Rafael Moreno Valle Rosas, parecía que la amistad Armenta-Zavala se tambaleaba.

Se dice que hubo un alejamiento por el reclamo de Javier López a Alejandro Armenta de que no había sabido percibir que la campaña electoral caminaba al despeñadero.

Años más tarde, se volvieron a encontrar. Ahora ya Armenta bajo las siglas de la 4T y como candidato a senador, pues su activismo se apoyó en mucho en la vieja estructura electoral del marinismo, que en su momento se armó con los recursos de la Secretaría de Desarrollo Social.

Los papeles se invirtieron: en los primeros años, la idea era que Armenta impulsaría a López Zavala a llegar a la gubernatura de Puebla para que el chiapaneco ayudara al primero a crecer en su cerrera política.

Cuando Armenta se convirtió en senador, ahora en Morena, se le sumó López Zavala para colaborar en el proyecto del legislador de convertirse en candidato a la titularidad de Poder Ejecutivo estatal en 2024.

Armenta difundió el martes un video en el cual, sin mencionar el nombre de López Zavala, califica de detestable, aberrante y repugnante el asesinato de Cecilia Monzón, para quien pidió justicia. Una actitud que es loable y se debe reconocer.

Pero al mismo tiempo, sostuvo que su carrera política de 32 años ha sido resultado “de la voluntad ciudadana”, en la que nunca han intervenido las imposiciones, los padrinazgos y el nepotismo. Esa aseveración es negar la realidad y el apoyo decidido que siempre recibió de la cúpula marinista y de su compadre Javier López Zavala.

La Jornada de Oriente
Ciudad de Puebla, Méx.
Fermín Alejandro García
Viernes 10 de junio de 2022.

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