Sandra Leticia Castillejos desarrolla una membrana para empaques y remediación de agua, a partir de un polímero de desecho
La contaminación por plástico es uno de los problemas ambientales de mayor gravedad, ya que altera los hábitats y los procesos naturales. De acuerdo con el Programa para el Ambiente de la ONU, cada minuto el equivalente a un camión de basura de plástico se vierte en los océanos. Con un enfoque de economía circular, en la BUAP se desarrollan dos líneas de investigación para resolver esta problemática: diseño de membranas para empaques de alimentos y para remediación de agua, a partir de un polímero de desecho biodegradable.
“El problema de la contaminación por plásticos es su acumulación, ya que no sabemos cómo tratarlos. Un plástico dura miles de años para degradarse; por ejemplo, el poliestileno, el más utilizado para fabricar productos desechables, puede durar en el ambiente hasta mil 600 años, ya que no es un polímero biodegradable ni compostable. Estos productos llegan a los mares, ríos, lagunas, contaminan y obstruyen la llegada de oxígeno que necesitan estos cuerpos para producir vida”, explicó la doctora Sandra Leticia Castillejos Mosqueda, quien ingresó a la BUAP en 2024, a través del Programa Investigadores por México, de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti).
Como responsable del proyecto de investigación, en coordinación con el doctor Raúl Cerna Cortez, encargado del Laboratorio de Innovación y Materiales Aplicados de la BUAP, donde desarrolla esta iniciativa, destacó que el objetivo principal es ofrecer una solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Esta sinergia permitirá avanzar en el diseño de tecnologías que además de ser efectivas, reduzcan el impacto ambiental, respondiendo a una necesidad social urgente.
La académica trabaja en dos líneas de investigación paralelas, en las cuales se aprovecha el mismo polímero poli (ácido láctico) (PLA), un polímero biobasado y compostable. Una línea está enfocada en la remediación de agua por medio del diseño de membranas -con la técnica de electroespining- y dopadas con óxidos metálicos para ser utilizadas en la eliminación de contaminantes -colorantes utilizados por la industria textil, de fármacos y alimentos. La otra línea es el diseño de películas delgadas que puedan aplicarse en empaques de alimentos, con el fin de sustituir a los plásticos actuales.
“El valor de este proyecto, con respecto a otros similares en el país que trabajan con polímeros vírgenes, radica justamente en el manejo de un polímero de desecho, que además de ser más barato, es biodegradable y no tiene el efecto negativo de acumularse en suelo o agua. Esto es una economía circular”, comentó.
Doctora en Ciencias Químicas por la BUAP, explicó que en la elaboración de plásticos para empaques (de alimentos, por ejemplo) se diseñarán unas películas de poliácido láctico mezcladas con almidón; mientras que para remediación de agua -eliminar colorantes, como el azul de metileno, fármacos y aceites-, al mismo polímero de desecho (poliácido láctico) se le incorporarán partículas metálicas. Aclaró que en un medio de composta el poliácido láctico se degrada fácil y regresa a tierra, lo que significa disminuir la huella de carbono.
Como parte de la investigación se aprovecharán los polímeros que se desechan en las impresiones 3D que se realizan en el Laboratorio de Innovación y Materiales Aplicados de la BUAP; mientras que el almidón lo obtendrán a partir de residuos orgánicos, como el hueso de aguacate.
La doctora Sandra Leticia Castillejos Mosqueda explicó que los óxidos metálicos que se incorporan al polímero para el desarrollo de la membrana destinada a la remediación de agua, provocan la foto degradación dentro del agua; el azul de metileno, por ejemplo, empieza a romperse en pedacitos y se obtiene CO2 y agua, con lo cual el líquido queda limpio de este colorante muy utilizado en la industria textil.
Este proyecto se encuentra en fases tempranas. El proceso implica la síntesis de estructuras nanométricas del óxido metálico, el diseño de la membrana una vez sintetizado el polímero, hacer pruebas y mediciones, así como el examen ecotoxicológico para verificar la eficiencia de la degradación de la membrana en cuestión.
La contaminación por plásticos es un problema que afecta al mundo. De acuerdo con estudios, cerca de 7 mil millones de los 9 mil 200 millones de toneladas de plástico producidas entre 1950 y 2017 se convirtieron en residuos plásticos arrojados al medio ambiente. Por ello, soluciones como las que buscan investigadores de la BUAP están enfocadas hacia una remediación integral y de fondo.
Estrecha alianzas BUAP con Embajada de Francia en México
- Para establecer mecanismos de doble titulación y fomentar la enseñanza de la lengua francesa
Con el objetivo de impulsar la movilidad estudiantil y el desarrollo de proyectos tecnológicos, la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo Ramírez, se reunió con representantes de la Embajada de Francia en México para estrechar vínculos académicos y culturales, entre otros establecer mecanismos de doble titulación en el área de las Ingenierías, así como a fomentar la enseñanza de la lengua francesa.
Después de relatar los antecedentes históricos de la BUAP, con una matrícula de aproximadamente 123 mil estudiantes -la mitad distribuidos en cinco complejos regionales-, y casi 10 mil trabajadores, 400 años de historia y con un importante número de integrantes en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores, destacó que actualmente la institución tiene 23 convenios con instituciones francesas, uno con la Embajada de Francia en México y 22 con instituciones de educación superior.
Al referirse al intercambio estudiantil, la rectora señaló que los alumnos del Bachillerato Internacional 5 de Mayo serán algunos de los beneficiados, ya que durante su formación reciben enseñanza en lengua francesa. Por lo tanto, con esta sinergia se consolidarán las oportunidades de intercambio en el extranjero.
En esta reunión celebrada en la Sala de Rectores del Edificio Carolino, la embajadora Delphine Borione refirió que el estado de Puebla y la BUAP son socios estratégicos para Francia, por sus intercambios académicos, científicos y tecnológicos. De ahí el interés por formar a más alumnos en Ingenierías y tecnología.
Jean-François Guéganno, consejero de Cooperación de Acción Intercultural, consideró la importancia de agilizar la colaboración entre ambas instancias en la preparación de profesionales y en asistentes de idiomas. “Necesitamos cada vez más acuerdos para la doble titulación, ya que permite a los estudiantes tener una mejor formación y oportunidades a futuro”.
Jaime Vázquez López, vicerrector de Docencia de la BUAP, recalcó el rol que desempeña Ciudad Universitaria 2 en la formación de profesionales en Ingeniería y Ciencias Naturales, cuya proyección es que en el 2030 tenga una matrícula de alrededor de 30 mil estudiantes.
Al respecto, Alfred Rodríguez, representante de la Agencia Francesa para el Desarrollo en México, resaltó la visión de futuro de la actual administración de la Máxima Casa de Estudios en Puebla: “La creación de CU2 está encaminada a la transformación tecnológica”.
En su intervención, José Ramón Eguibar Cuenca, director General de Internacionalización, comentó que la BUAP ha recibido a un gran número de alumnos franceses. Por ello, “seguiremos trabajando para impulsar el intercambio académico”.
Puebl@Media
Puebla, México
Lunes 16 de junio de 2025.
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